Test drive

Toyota Camry XLE 2012 a prueba

La septima generación del sedán mediano del fabricante japonés pasó por nuestras manos.

Toyota Camry XLE 2012 a prueba

Antecedentes.
El Toyota Camry es de esos vehículos japoneses que han echado raíces en nuestro vecino país del norte, en Estados Unidos se presento en 1982 cuyo nombre código era V20 (ver foto en la galería) y desde entonces ha sido uno de los favoritos del consumidor estadounidense, al grado que ha sido el sedán más vendido en aquel país desde 1997.

¿Qué significa Camry?
Es la transcripción fonética al idioma inglés de la palabra japonesa Kanmuri, que quiere decir Corona.

El Toyota Camry ya va en su séptima edición (nombre código XV50) y sin ser un vehículo totalmente nuevo si tiene modificaciones estéticas importantes para ser considerado como un producto de nueva generación.

 

Características técnicas y mecánicas.
Bajo el cofre nos encontramos un motor V6 de 3,456 cc (3.5L) con 24 válvulas y doble árbol de levas a la cabeza (DOHC) equipado con el sistema de apertura variable de válvulas denominado por el fabricante como VVT-i Dual y está acoplado a una transmisión automática tradicional de seis cambios denominada rimbombantemente ETC-I (Electronically Controlled Automatic Overdrive Transmission with Inteligence) que funciona sin quejas a la altura del propulsor.

El conjunto motriz es capaz de entregar 268 hp en el rango de las 6,200 rpm y generar una fuerza de torque de 248 lb-pie a 4,700 revoluciones. El Camry está equipado con todos los "gizmos" electrónicos disponibles para aumentar la seguridad de marcha y el bienestar de los pasajeros en caso de un accidente, cuenta con sistema de frenos ABS asistidos con EBD (Electronic Brake Distribution) y BA (Brake assist) y la velocidad máxima se ubica en los 220 km/h.

La suspensión es McPherson en el eje delantero y multibrazo en el trasero y el Camry está en contacto con el piso calzando llantas P.215/55 R 17 montadas en rines de aleación de aluminio de sobrio diseño de 17 pulgadas.

 

Exterior
Es en dónde más cambios encontramos respecto a la generación anterior, uno nuevo frente se aprecia de inmediato, los faros tienen cortes más atrevidos y angulados. Asimismo están perfectamente integrados a la parrilla en forma de trapecio invertido, que ahora aloja el emblema de Toyota, los costados son bastante limpios y fluidos en diseño, carentes de molduras -o sea es una víctima fácil de los portazos del auto vecino- la parte trasera también es sobria y la óptica se aloja en las salpicaderas y en la tapa de la cajuela, unidas por una gruesa moldura que aloja el emblema de la marca.
 


Interior
En la versión evaluada, los lujosos interiores se notan desde que uno abre la puerta, es prudente comentar que el Camry XLE cuenta con apertura y cierre con tan sólo un toque - claro hay que traer el transponder en el bolsillo- para que la magia cobre su efecto.
Las tapicerías son de piel y los asientos delanteros ofrecen muchos ajustes eléctricos -el del conductor ocho y el del acompañante cuatro- la banca trasera es amplia y podrían viajar cómodos hasta tres adultos dado su generoso tamaño, asimismo, se pueden abatir en 40-20-40 por ciento para facilitar el transporte de objetos largos en la cajuela que ofrece una capacidad de almacenaje de 437 litros.

El cuadro de instrumentos principal recurre a la súper imposición de circunferencias, siendo la más grande para el velocímetro, a la izquierda está el tacómetro que aloja un pequeño display que grafica el estatus de la transmisión, la temperatura del refrigerante además del termómetro exterior, a la derecha encontramos un par de instrumentos análogos, el clásico medidor de gasolina y un nuevo medidor de consumo que grafica de las 0 a las 60 millas por galón, aquí también encontramos otro display que grafica el kilometraje parcial y total del vehículo.

Al centro del tablero hay una pantalla táctil de 6.1 pulgadas, dicha pantalla tiene muchas funciones que van desde ser el monitor, la cámara de reversa, la visualización de los mapas de navegador GPS, y todos los controles del equipo de audio JBL, que ofrece entradas USB y AUX con mini plug, además de que puede reproducir los formatos MP3 y WMA en sus 10 bocinas, incluye también conectividad bluetooth para telefonía celular.

El tablero es enorme y presenta una combinación de materiales de buena factura, plásticos de toque suave e insertos de imitación aluminio y madera, que lo hacen ver elegante, pero que con el paso del tiempo serán molestos generadores de ruidos causados por la vibración, todo este conjunto es bañado por los rayos del sol gracias a un quemacocos eléctrico.

 

Manejo
Tras el volante el Camry se siente sólido, con presencia y potencia suficiente, el V6 responde sin prisas pero sin pausas, la aceleración es constante y la transmisión ECT-I ¿se acuerdan del rimbombante nombre? hace los cambios de una manera suave, el conjunto de suspensiones independientes aunado al correcto ancho de las llantas hacen que el manejo del Camry no sea una experiencia aburrida como en generaciones anteriores. Los consumos ofrecidos por el Camry V6 son discretos pero adecuados al tamaño; 9 km/l en ciudad y 12 km/l en carretera. En caminos de montaña muy sinuosos puede incluso ofrecer una experiencia divertida para el conductor.


 
Conclusión
El Toyota Camry XLE tiene un nivel de equipamiento muy bueno, ofrece amenidades de serie como el navegador o el sistema Plasmacluster de purificación del aire de la cabina que no ofrecen vehículos de la competencia, es una buena elección, ya que Toyota ofrece buen soporte y un esquema de depreciación más contenida que otras marcas.
No es un vehículo emocionante, empieza a ser divertido y es muy confiable.

¿Quieren saber cuánto ha crecido y engordado el Toyota Camry en 30 años?
El modelo 2012 es 36.5 centímetros más largo, la altura es 7.5 cm. mayor, es 13.1 cm más ancho y la distancia entre ejes es 14 cm más que el modelo 1982 ¿Qué les parece? ¡Ahh y el modelo 2012 pesa 1,528 kg. casi media tonelada más que el Camry 1982 (V20)!