Test drive

Subaru Legacy 2.5i 2012 a prueba

Manejamos el sedán japonés que gusta de hacer las cosas diferentes.

Subaru Legacy 2.5i 2012 a prueba

Antecedentes

Subaru es una marca que se ha caracterizado por hacer las cosas diferentes a lo largo de los años. Tanto física como técnicamente, los autos japoneses de la marca tienen algo distinto al resto de la competencia de cada segmento.

Para empezar, está el motor bóxer de cilindros opuestos que además de lograr bajar el centro de gravedad, también cancela las vibraciones que se producen con cada detonación, provocando que sea más silencioso que un motor en V o en línea.

Después está el sistema de tracción integral que ya es tradición en la marca. Éste distribuye la potencia entre las cuatro ruedas para obtener en todo momento y en cualquier situación la mayor tracción posible.

Entrando más en tema al modelo en cuestión, el Legacy es el sedán mediano de Subaru así que compite directamente contra otros japoneses más fuertes como el Honda Accord, Toyota Camry y el alemán-estadounidense Volkswagen Passat.

Características técnicas y mecánicas

Como comentábamos anteriormente, el Legacy se beneficia de las tecnologías que son tradición en la marca: la primera es el sistema de tracción integral SAWD (Symmetrical All-Wheel Drive) y la segunda es el motor bóxer de cilindros horizontalmente opuestos. Este motor es de 2.5L de capacidad, naturalmente aspirado y entrega 170 caballos de fuerza y 170 Lb-pie de torque.

Estas dos características sin duda marcan un acercamiento diferente a los que sus competidores tienen bajo el cofre y en algunos aspectos lo convierte en un producto superior.

La transmisión es una automática continuamente variable (CVT) que deja los engranes a un lado y los sustituye por unas bandas que cambian constantemente de longitud para “simular” los engranes de una transmisión automática normal. En modo manual, las bandas establecen seis relaciones para darle la sensación al conductor de estar cambiando de velocidad.

 

Interior

El interior del Subaru Legacy 2.5i es bastante simple, como buen auto japonés del segmento. Es amplio, cómodo y cuenta con un equipamiento bastante bueno con un sistema de audio con capacidad para seis CD’s, entrada auxiliar y controles en el volante, además del sistema de control de clima automático de dos zonas. Si bien no destaca por un gran nivel de equipamiento, cumple con las necesidades básicas muy bien.

En cuanto a calidad de plásticos y ensamble, el Legacy no es el mejor de su segmento pues algunos plásticos podrían ser mejores pero tampoco es que esté mal para su segmento.

La cabina es amplia y cómoda, la parte de atrás es un claro ejemplo de esto pues ofrece suficiente espacio para las piernas de cualquier persona, inclusive si el asiento delantero está echado hasta atrás.

 

Manejo

Muchas veces resulta difícil notar la diferencia entre una forma de motor y otra, pero con el motor bóxer de cuatro cilindros del Subaru, el manejo sí se nota muy diferente. El auto apunta más directo y sí se siente que el centro de gravedad está más abajo.

La respuesta del motor no es la mejor, sobre todo por la forma en la que funciona la transmisión CVT que está más enfocada al consumo de combustible que al desempeño. En situaciones de rebase es cuando más se nota la falta de potencia pues tienes que planear con mucha antelación la maniobra.

En cuanto a comodidad, no nos podemos quejar pues la suspensión es muy relajada -muy al estilo estadounidense- lo malo es que por consecuencia, cuando tomas una curva rápido sí se percibe un movimiento significativo de la carrocería, restándole puntos al manejo deportivo que ofrece el motor bóxer y la tracción integral.

 

Conclusión

El Subaru Legacy 2.5i 2012 nos pareció un acercamiento interesante y diferente al clásico sedán mediano japonés. Nos gusta la sensación de seguridad que transmite con el motor bóxer y la tracción integral, pero también nos desanimó un poco el interior espartano a comparación de sus competidores.