Test drive

Chevrolet Malibu LT 2.5 2013 a prueba

Más espacioso, confortable y estrenando el sistema de info – entretenimiento MyLink

Chevrolet Malibu LT 2.5 2013 a prueba

Antecedentes

La guerra en el segmento de los medianos es más fuerte que nunca, prácticamente cada fabricante con presencia relevante ahí ha renovado su oferta. Chevrolet no es la excepción y está introduciendo al mercado su nuevo Malibu 2013, un vehículo global fabricado sobre la plataforma Epsilon 2 que será comercializado no solo en EU, sino en Corea, China y Australia por mencionar algunos mercados más.

Adicionalmente, este nuevo sedán mediano es una prueba fehaciente de que tendencias que buscan economía de combustible y reducción de emisiones contaminantes como el downsizing llegaron para quedarse, ya que al igual que el Ford Fusion de nueva generación, el Malibu 2013 no ofrecerá una mecánica V6, en su lugar el tope de gama empleará una mecánica turboalimentada (de 2.0 litros) que llegará posteriormente. Resulta todavía más increíble si notamos el hecho de que los japoneses: Nissan Altima, Honda Accord y Toyota Camry siguen apostando por los seis cilindros en sus variantes más equipadas.

El Malibu de nueva generación es más grande, silencioso, tecnificado y eficiente que nunca. Adicionalmente adopta algunos elementos del lenguaje del diseño del Camaro. Aun así su mayor reto consiste en colocarse en la mente de los compradores de este segmento, quienes en los últimos años han favorecido mucho más a los exponentes nipones y más recientemente al americanizado Passat.


Características técnicas y mecánicas

Inicialmente Chevrolet lanza una única oferta mecánica para el Malibu 2013, se trata de un nuevo cuatro cilindros de 2.5 litros de desplazamiento de inyección directa y apertura variable de válvulas que entrega 197 hp y 191 lb-pie de torque, acoplado a una transmisión automática de seis velocidades con modo manual. La dirección por su parte es de asistencia eléctrica.

Uno de los puntos que más destacan de esta nueva generación del sedán mediano de Chevrolet es el equipamiento de seguridad que ofrece 10 bolsas de aire, si diez que están distribuidas así: 2 frontales, 2 laterales frontales, 2 laterales traseras, 2 de cortina y 2 de rodilla para pasajeros delanteros. Adicionalmente el control de estabilidad Stabilitrak está presente, así como el control de tracción, monitor de presión de neumáticos y sistema de anclaje para sillas de bebé LATCH.


Confort

Hay tanto espacio para todos los ocupantes que aun siendo cinco, viajarán con total comodidad. Los asientos frontales permiten encontrar la posición idónea de manejo con mucha facilidad y todos los mandos quedan bastante accesibles. La gran noticia aquí es la incorporación del sistema de info – entretenimiento MyLink que ya sea a través de comandos de voz o vía la pantalla táctil que ofrece una interfaz muy similar a la de una Tablet permite controlar el teléfono móvil, sistema de audio incluido el iPod, climatizador (de dos zonas), computadora de viaje, entre otras funciones del vehículo.

El equipo de audio es de 9 bocinas y está firmado por Pioneer, reproduce con excelente nivel de fidelidad, por lo menos al nivel de que no se extrañará la firma Bose encima de los altavoces que pareciera haberse colocado como la referencia en ese sentido.

La calidad de materiales y ensamble es buena, superior a su predecesor y con niveles de ergonomía también mucho mejores. Sin embargo la elección de colores, así como el tapizado de los asientos con un remate hacen lucir la cabina del Malibu demasiado seria.


Manejo

Al ser un vehículo considerablemente grande (4.86 metros de largo) y pesado (1,577 kilos) que es impulsado por un motor de 4 cilindros de 2.5 litros, la realidad es que no podíamos esperar un comportamiento precisamente brioso y ágil, para eso habrá que esperar a conocer la versión que incorpore el motor turbocargado. De cualquier manera, lo anterior de ninguna manera quiere decir que el Malibu sea un vehículo torpe y frustrante, de esos que no son capaces de incorporarse adecuadamente a una vía rápida. Los radios de la transmisión son cortos entre primera y tercera, lo que permite a este mediano de Chevrolet moverse con la soltura necesaria.

En donde encuentra sus mejores argumentos es en la suavidad de marcha e impresionante aislamiento acústico que ofrece, filtra las imperfecciones del camino de manera impecable y las hace prácticamente imperceptibles para los ocupantes. Todo está orientado a ofrecer recorridos suaves y confortables, protegiendo notablemente el consumo de combustible.

En carretera, el Malibu se muestra cómodo a velocidades crucero y pareciera lo contrario en el caso de caminos sinuosos y llenos de curvas, lo anterior debido a que al tener un enfoque total al confort, la transferencia de pesos y reacción de la dirección no son lo más adecuado para una conducción deportiva.
 

Conclusión

La nueva generación del Chevrolet Malibu llega con un timing perfecto al mercado, ya que prácticamente todos los exponentes se han renovado o están por hacerlo, la oferta es muy variada y cada competidor tiene muchas virtudes. El Malibu será excelente compra para el que busque un vehículo bien equipado, espacioso, ahorrador y cómodo, la incorporación del sistema de info – entretenimiento MyLink le sienta bien y lo deja convenientemente ubicado en aspectos de conectividad tan indispensables hoy en día, sin embargo no podemos dejar de mencionar que queda a deber algunos elementos ya importantes como el sistema de navegación. Que sí ofrecen otros como Altima, Camry o Passat.

Definitivamente el nuevo Malibu supera a su predecesor, eso es incuestionable, ofrece mucho espacio para los pasajeros y buena capacidad de carga. Sin embargo si algo podemos criticarle es que le falta algo de pimienta, el hecho de haber tomado algunos elementos de diseño del Camaro no significa que este auto proyecte dinamismo y emoción, solamente deja claro aspectos como consistencia e identidad de marca. El interior si bien es cierto ofrece materiales de buena calidad y ninguna queja por lo que hace al ensamble luce conservador, más cerca de un Buick LaCrosse que de un BMW Serie 3, quizá con una combinación de colores más fríos como negro y gris esa percepción pudiera cambiar.

Si a lo anterior aunamos las ya mencionadas características de total orientación al confort, el resultado es un vehículo cómodo y eficiente pero poco emocional.