Test drive

Test del Audi A3 Sedán 2014

La opción de tres volúmenes a prueba.

Test del Audi A3 Sedán 2014

Antecedentes

El A3 es uno de los grandes aciertos de la firma de los cuatro aros, fue pionero en cuanto a hatchbacks compactos premium se refiere y fue tal su éxito desde su lanzamiento en 1996 que obligó a BMW y Mercedes-Benz a tomar en serio el segmento. El Audi A3 se encuentra actualmente en su tercera generación, misma que emplea la innovadora arquitectura MQB de Grupo Volkswagen, al igual que el  VW Golf VII.

Audi ha conseguido sorprendentes cifras de crecimiento en los últimos años, en gran medida gracias a la tremenda expansión de su gama de productos. La familia A3 siendo tan importante no podía quedar exenta de esta tendencia, por lo que además de las viejas conocidas variantes hatchback de tres, cinco puertas mejor conocida como Sportback y Cabrio, ahora se suma una de tres volúmenes, es decir sedán.

La llegada del A3 Sedán también obedece a la necesidad de la marca de tener un tres cuerpos compacto, posición que originalmente le correspondía al A4 y que gracias a la tendencia de los autos de crecer cada vez que se renuevan dejó vacante. De hecho este nuevo A3 sedán es apenas 6 cm más corto que el A4 de primera generación.

Características técnicas y mecánicas

La unidad que probamos se trata de un cuatro cilindros de 1.8 litros turbo de inyección directa que entrega 180 hp y 184 lb-pie de torque, mismo que se acopla a la transmisión de doble clutch y siete velocidades S-Tronic que envía la potencia al tren delantero. Adicionalmente, equipa el controvertido sistema para ahorrar combustible Start & Stop, mientras que la dirección es de asistencia eléctrica.

Por lo que hace a la seguridad, el A3 sedán ofrece: siete bolsas de aire (la séptima es para las rodillas del conductor), ABS, ESP, control de tracción, bloqueo electrónico de diferencial EDL, sistema de anclaje para sillas de bebé también para asiento frontal, sistema de arranque en pendientes y freno de estacionamiento electromecánico.

 

Confort

Un dato importante es que el A3 Sedán no solo se trata de una versión que ha ganado cajuela, en realidad es 22 centímetros más largo que su hermano hatchback, 10 cm se obtuvieron al alargar la distancia entre ejes y la ganancia se emplea exclusivamente para las plazas posteriores. Los otros 12 cm restantes se ganan en la cajuela, por lo que el espacio de carga es de 425 litros. Una vez dicho lo anterior, es que podemos entender la razón de que atrás puedan viajar dos adultos de talla media sin ningún problema.

Como cabría esperar en un modelo de la marca, el equipamiento es bastante completo, destacando la pantalla retráctil de alta resolución que despliega información relativa al equipo de audio, que dicho sea de paso para las versiones tope está firmado por Bang & Olufsen y que cuenta con un cable para conectar dispositivos Apple de generación pasada (es decir la entrada es de 16 pins y no de 8 como en los dispositivos más modernos), interfaz Bluetooth para el teléfono móvil, computadora de viaje y modos de conducción. El sistema se controla a través del MMI ubicado en la consola central. 

Un inconveniente a destacar es que por lo menos para la versión probada es que no se ofrece Navegador de serie, aunque el sistema tiene la opción, y esto ya es un elemento obligado para el segmento premium. Incluso viene de serie en autos bastante menos costosos.

Encontrar una posición cómoda resulta bastante fácil, gracias a la buena variedad de ajustes que ofrece el asiento eléctrico, mientras que el volante también ofrece regulaciones de altura y profundidad.  Evidentemente y como ya nos tiene acostumbrados la marca, la calidad de materiales y ensamble es excelente.

 

Manejo

Tras el volante, el A3 Sedán se muestra como un vehículo que transmite seguridad, se planta bien en el asfalto e incluso a ritmos alegres se comporta noble y predecible. Gracias al Audi Drive Select que ofrece diferentes modos de conducción; en modo Efficiency es un vehículo dócil y cuidadoso del rendimiento de combustible, que efectúa los cambios a bajo régimen, por debajo de las 2,000 vueltas y cuando entramos a una pendiente, si soltamos el pedal de acelerador la transmisión se desacopla para ahorrar aunque sea un poco más.

En el modo Dynamic, el A3 luce como un vehículo ágil y rápido, que sube de vueltas con mucha facilidad y estira el motor hasta la zona roja del tacómetro. Aquí la dirección se endurece un poco, el pedal de acelerador responde a la primera insinuación y la transmisión mantiene una relación en el rango medio de giro para tener todo el torque disponible en cuanto sea necesario. A diferencia del modo Efficiency, cuando llegamos a una pendiente y soltamos el acelerador, la caja hace un cambio descendente de inmediato a efecto de salir disparados una vez que volvamos a hundir el pie en el acelerador.

 

Conclusión

No cabe duda que el A3 Sedán es producto exitoso para la firma, es un auto que en términos generales podemos calificar de equilibrado. Las dimensiones también lo hacen apetecible a un buen número de compradores que ven al A4 como un vehículo ya muy grande y orientado a consumidores más maduros.

En realidad no tiene muchos competidores directos, de hecho quizá el único es el Mercedes–Benz CLA, que también es de tracción delantera y de dimensiones similares, aunque con un rango de precios sustancialmente más elevado.

Por último, le vendría muy bien a la gama un A3 Sedán con el motor 1.4 turbo y la misma transmisión de 7 velocidades, así como el navegador en todas sus versiones.

 

Rubén Hoyo, Fotos: Héctor Mañón recomienda