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¡Manejamos el trineo de Santa Claus!

Acompañamos al rey de la Navidad en su carroza con 9 renos mágicos de potencia.

¡Manejamos el trineo de Santa Claus!

Los coleccionistas de autos exóticos no suelen dejar que nadie maneje sus piezas exclusivas, sin embargo, de vez en cuando permiten que un periodista las maneje por un rato, eso sí, observando todo atentamente desde el asiento del acompañante. En este caso, y por tratarse de un vehículo tan especial como único en el mundo, fue el propio Santa Claus quién tomó las riendas, con nosotros a su costado en la única banca de su trineo.

 

Mecánica y seguridad

Ciertamente no estamos ante un vehículo convencional, de hecho deberíamos decir que es altamente ecológico ya que es movido por 9 renos: Vondín, Danzarín, Pompón, Juguetón, Cometa, Cupido, Trueno, Relámpago y Rudolph al frente. ¿Deberíamos denominarlo un R8 con Rudolph a la cabeza?

La tracción es delantera y la transmisión es por tiras de cuero que unen a los renos con el trineo. Los cambios de marcha son por palabras de aliento.

En cuanto a la estructura, está conformada por materiales nobles, madera, metal, cuero y fino terciopelo rojo recubriendo todo. Incluimos el tapizado porque al no tener ni techo, ni ventanillas, el interior pasa a formar parte de la carrocería. Hay dos esquíes y un juego de elásticos por lado, bastante suspensión teniendo en cuenta la antigüedad de este vehículo.

Respecto de la seguridad, funciona por magia, no hay apoyacabezas, ni cinturones. Al parecer, las 36 patas se encargan del frenado y de asistir en arranque en pendientes, especialmente en las de los tejados del tipo chalet.

 

Diseño y confort

Respecto de la estética podemos decir que es 100% navideña, es decir que nunca pasa de moda, y se integra perfectamente con el regordete cuerpo de Santa Claus formando una imponente vista roja y blanca. Nos llama la atención que no hayan coronas, luces y otros decorados navideños, solo una campanita. Cuando le preguntamos al respecto a Papá Noel y nos respondió: "Esa es la decoración que se usa solo en Noche Buena, la campanita es la bocina oficial para poder circular".

Respecto del confort, además del terciopelo rojo no hay mucho más que destacar, hay suficiente espacio para el Rey de la navidad y un acompañante con espíritu navideño o varios duendes según nos comenta el propio Papá Noel. Hay que destacar que si bien es una carroza antigua, el estado de conservación es envidiable, de hecho luce inmaculada, excepto por un detalle de pintura, que el rey de la Navidad nos aclara: "Fue en una navidad que estaba apurado y raspé el trineo contra un borde de la torre Eiffel, pero es un toquecito, nada grave".

Nos llama la atención que suenen villancicos cuyo sonido envolvente no parece provenir de parlante alguno. Cuando preguntamos por un Navegador GPS, nuestro rechoncho anfitrión de barba blanca nos mira de reojo, suelta su particular carcajada y señala a sus renos comentando: “tienen siglos haciendo el recorrido, lo saben de memoria”.

 

Manejo

El trineo de Santa Claus puede tener cientos de años, pero alcanza un golpe de riendas y un grito seco, pero gentil, de nuestro anfitrión y ya estamos viajando por el aire a velocidades imposibles de creer. La suspensión por elásticos puede ser simple y vetusta pero el andar es mágico, tanto en el aire como cuando aterriza. Y cuando nos estamos acostumbrando a viajar a más de 1,000 mph (1,600 km/h) -la velocidad necesaria para dar la vuelta al planeta en 24 horas. Pará Noel tira de las correas y el trineo comienza a hacer todo tipo de piruetas con absoluta gracia.

Cierto es que una vez pasados el susto y la emoción iniciales comenzamos a desear un parabrisas y algo más de sujeción lateral del simple asiento, pero todos es compensado por el sonido del galope de los renos, profundo y atravesado por su respiración profunda, al punto que no lo cambiaríamos ni por el relincho del más fino cavallino encabritado de Módena.

 

Conclusión

Cada año Santa Claus tiene una tarea titánica, llevarle los regalos a los niños de todo el mundo en una sola noche. Su trineo puede parecer una carroza sobre esquíes, pero no tiene nada que ver con un vehículo antiguo, lo que no tiene de refinamiento lo tiene de emoción. Y además, es una especie de pick up, pero con una caja de carga infinita, con capacidad para albergar todos los presentes que sean necesarios.

Cuando le preguntamos a Santa Claus si le preocupa cómo tratará a sus renos el posible comprador nos comenta: “Los renos no están incluidos con el trineo” ¿Cómo hará para moverlo entonces? “Tendrían que tener la magia de la navidad” responde y suelta su fuerte y cálido jo jo jo.

Para nosotros este ha sido el mejor regalo de Navidad posible, por eso lo compartimos con ustedes y les deseamos unas felices fiestas.

Por favor no dejen de ver la ficha técnica de este vehículo tan especial. Solo debes que hacer click aquí.

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