Test drive

Ford F-150 2015: Prueba de Manejo

El rey de los pick ups cayó en nuestras manos para probarlo

Ford F-150 2015: Prueba de Manejo

Antecedentes

Ford F-Series (F-150, F-250, F-350, etc.) es el vehículo más exitoso de la marca de todos los tiempos. Sí, incluso por encima del Mustang.

En toda su historia, la marca ha vendido más de 32 millones de unidades del F-Series, lo que significa que han vendido una cada minuto sin parar desde 1948.

Se trata de la pickup más vendida de los últimos 38 años y el vehículo en general más vendido en Estados Unidos durante 33 años seguidos. Todo un fenómeno definitivamente.

Para este año modelo 2015, no sólo la renovaron por completo, sino que tomaron un riesgo importante al fabricar la carrocería completamente en aluminio. Esto es un gran paso para Ford, pero también para toda la industria pues el uso de este material en partes del cuerpo había estado reservado únicamente para vehículos de súper altas prestaciones y también súper altos precios –la primera que lo acercó un poco al nivel “mortal” fue la nueva generación de Range Rover y Range Rover Sport pero aun así es una camioneta de nicho. Aquí estamos hablando de un vehículo de mucho volumen fabricado en un material que hasta ahora no se había usado para este fin.

El resultado hasta ahora ha sido todo un éxito, en nuestro país tiene poco tiempo de haber iniciado ventas pero en Estados Unidos ya rompió récords y de hecho, las plantas en las que se fabrican los componentes y ensamble de la misma no se dan abasto, por eso Ford ha tenido que invertir en otros 1,550 empleados que se distribuirán entre las plantas de Kansas City, Dearborn y Sterling.

¿Cuál es la razón de este éxito? Decidimos investigar con nuestra prueba.

 

Precio: $50,960 dólares para la versión probada (Ford F-150 Platinum). Precio inicial de $25,490 dólares.

 

Características técnicas y mecánicas

Obviamente uno de los cambios más grandes y representativos de esta nueva generación de Lobo es la carrocería de aluminio, pero la revolución no se queda ahí pues aunque todavía encontramos versiones con el motor V8 de 5.0L llamado “Coyote”, la gran apuesta de la marca es la sustitución del mismo por el V6 de 3.5L EcoBoost que se apoya de un par de turbos para aumentar la cifra de torque y emparejar la curva de entrega, dos cosas que son indispensables en un vehículo de carga y/o arrastre.

La potencia queda en 365 hp y el torque en 420 libras-pie, la primera es inferior a la que eroga la versión V8 pero el torque sí es mayor, y es lo que más se necesita.

Si le sumamos al aumento de torque, la disminución de más de 661 libras (300 Kg) por la carrocería de aluminio, entonces obtenemos una pickup más ágil, eficiente, con mayor capacidad de carga (puede cargar un 25 por ciento más en la batea, llegando a las 2,131 libras (967 Kg) y de arrastre (ahora puedes arrastrar hasta 10,692 libras -4,850 Kg-).

La transmisión es donde el tren motriz se mantiene más conservador pues encontramos la caja de seis velocidades automática –la misma de la generación anterior pero con algunas ligeras mejoras- que soporta muy bien el torque del motor y es confiable para arrastrar y cargar. La tracción, en la versión que nos tocó probar (Platinum) se puede mandar al eje posterior únicamente o a las cuatro llantas mediante un sistema de 4x4. Para hacer el cambio entre una y otra no es necesario estar detenido, simplemente se gira la perilla y el sistema hace el resto. Eso sí, para seleccionar el modo 4L (tracción a las cuatro ruedas con reductora), es necesario estar completamente detenido y poner la transmisión en Neutral mientras realiza el cambio.

 

Confort

Antes de empezar con este tema es importante tocar el punto relativo a las dimensiones de esta Lobo 2015, ya que es realmente gigantesca. Tiene un largo de 243.7 pulgadas (5.89 m), un ancho de 96.8 pulgadas (2.02 m)una altura de 75.7 metros (1.95 m) y una distancia entre ejes de 144.7 pulgadas (3.68 m). Esto se traduce en un espacio interior muy generoso para todas las plazas, recordemos que la versión que manejamos es la Platinum de doble cabina. En la parte trasera los asientos se pueden levantar o abatir para que en dado caso de no querer usar la batea para cargar cosas, también lo puedas hacer ahí dentro, quedándote una cajuela muy grande.

Una vez aclarado esto, la experiencia inicia desde el momento en el que abres la puerta ya que para liberar los seguros no es necesario sacar la llave o utilizar el control, simplemente portar el transmisor cerca de nosotros y jalar la manija. Al igual que en la Ford Expedition 2015 cuando abres la puerta, se despliega un estribo de la parte de abajo de la camioneta, facilitando así el “salto” que hay que dar para abordar.

Al subirnos y cerrar la puerta nos encontramos con un ligero problema, ya que nos tomó varios intentos y mucha fuerza cerrar finalmente la misma. No sabemos si es por el tema del aluminio en las puertas, la construcción o inclusive los sellos de goma pero lo cierto es que no nos dejó una buena sensación de calidad el tener que intentar tres veces cerrar una puerta.

La cabina es muy espaciosa como comentábamos anteriormente, además de que cuenta con un montón de espacios aquí y allá como para guardar objetos. Nada más el espacio en la consola central es inmenso, fácilmente puede acomodar una computadora y varios artículos más.

Los plásticos definitivamente mejoraron respecto a la generación anterior menos brillosos y de tacto más suave en muchas superficies, aunque no llega a tener esa sensación Premium como la de los interiores del Ram 1500 equivalente. Pero de todas formas, el Ford F-150 tiene un enfoque más de trabajo que de lujo, así que aunque sean un poco brillosos y duros los plásticos, podemos suponer que van a durar muchísimo tiempo.

Todo en la cabina está hecho para utilizarse fácilmente y con guantes puestos –una vez más sale a relucir el enfoque de trabajo que tiene el F-150- y la verdad es que sí, todos los botones están a la mano y en posiciones muy ergonómicas.

En cuanto a sistema de info-entretenimiento (algo cada vez más básico en los autos modernos) encontramos el llamado MyFord Touch que se compone de una pantalla de ocho pulgadas al centro del tablero -que como lo dice su nombre, es sensible al tacto- y una pantalla en el clúster de instrumentos donde se muestra todo lo relacionado con la computadora de viaje, información del remolque, carga, etc. Finalmente para controlar todos los dispositivos conectados mediante USB, auxiliar, Bluetooth, el CD o radio se puede hacer desde los comandos de voz.

Por alguna extraña razón, cuando estábamos en la sesión de fotografías y video, sufrió una ponchadura en la llanta trasera derecha y tuvimos que utilizar la herramienta con la que viene, además de descargar la llanta de refacción colocada en la parte trasera y debajo de la batea. La realidad es que no resultó muy fácil ya que hay que colocar el gato en la unión de la flecha con la masa, además de que para bajar la llanta de refacción hay que armar un brazo gigante y así llegar al mecanismo que la hace caer. Después de batallar un poco, lo logramos y quedó como nueva, eso sí terminamos sucios pues la llanta queda expuesta al lodo y mugre que se levanta del camino. Una prueba que nunca nos había tocado hacer, definitivamente.

Además del aluminio y el motor EcoBoost, la Ford Lobo 2015 cuenta con muchas innovaciones y aportaciones al segmento de las pickups grandes dentro de los que destacan las luces completamente de LEDs, la apertura remota del portón trasero, el toldo panorámico dentro de la cabina, iluminación LED de la batea y tomas de corriente de 12V pero con 400watts que te permiten conectar prácticamente lo que sea, ¡hasta una televisión!

 

Manejo

Gracias a los ajustes eléctricos del volante, asiento y pedales, es muy fácil encontrar la posición ideal y que más te acomode para conducir. Las grandes ventanas y el corte ya característico de la Lobo (F-150) en la ventana del conductor y pasajero funcionan muy bien para tener una visión panorámica en cualquier dirección, algo muy necesario en un vehículo de sus dimensiones. Finalmente, no es que lo necesite, pero el toldo panorámico le da una sensación de mayor amplitud interior.

Para arrancar el motor, simplemente hay que presionar el botón de encendido junto a la columna de la dirección y cobra vida este V6 biturbo.

La respuesta del acelerador definitivamente es muy superior a la que ofrecía la anterior Lobo pues no sólo se tiene más torque sino menos peso que arrastrar. Se mueve con soltura sí, pero definitivamente una transmisión con más relaciones o más moderna le ayudaría no solo a poner en su lugar los caballos de fuerza sino también a reducir el consumo de combustible. Una de las razones de sustituir el V8 por el V6 3.5L EcoBoost era tener una mayor eficiencia pero la realidad es que si logras exprimir más de 13 mpg (5.5 km/l) te das por bien servido. Probablemente en una situación ideal donde no hay subidas y bajadas y estás a nivel del mar, pueda llegar a las 23.5 mpg (10 km/l) pero en el mundo real sigue consumiendo mucha gasolina.

La calidad de marcha ha mejorado, en gran parte creemos que es por las 661 libras (300 Kg) menos de peso y a un trabajo extenso en las pruebas, pero sigue presentándose ese fenómeno en donde el eje trasero “brinca” constantemente, esto se debe al tipo de suspensión de eje rígido y ballestas que sirve muy bien para cargar pero no tanto para el confort. La verdad es que con todo y todo se siente muy segura y bien plantada, nosotros la usamos tanto en carretera y ciudad y no nos podemos quejar.

Lo mejor de todo es la sensación de indestructibilidad que te transmite al volante. Ford sometió a pruebas muy extensas esta nueva generación del F-150, dentro de ellas nos llamó la atención cuando la llevaron a competir disfrazada de la generación anterior a la carrera de la Baja 1,000 regresando sin problema alguno. Esas duras pruebas realmente se notan y al volante entendemos por qué millones de clientes ebuscan tener una, de verdad están hechas para durar.

 

Conclusión

F-150 2015 definitivamente es un mejor producto que su antecesor, es más ligero, más ecológico, está 100 por ciento libre de corrosión en la carrocería pero sobre todo lo que más nos importa es el riesgo que tomó la marca la utilizar aluminio. Es un material complicado pero que alguien necesitaba dar el primer paso para que permeara a las nuevas generaciones de vehículos de volumen donde cada vez los autos tienen más cosas y sistemas que les suman peso, el gran enemigo del consumo de combustible, de la potencia y de la reducción de gases contaminantes.

Es cierto que aún tienen que mejorar algunas cosas como el tema del cierre de las puertas y de la transmisión que la harían un todavía mejor producto pero tenemos fe en que más adelante las corregirán, finalmente estamos hablando del producto más importante de la marca del óvalo azul.

¿Te gusta este Ford F-150 2015?

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