Después de una larga espera, finalmente hizo su debut el Tesla Model X, el primer SUV de la marca americana.
Comparado con el concepto en el cual está basado, el Model X mantiene el mismo estilo de diseño, salvo los espejos laterales que sustituyeron a las cámaras que contenía el prototipo. Existen dos elementos clave en la carrocería, el primero es el coeficiente aerodinámico de sólo 0.24, el más bajo del segmento de los SUVs, y las puertas traseras de alas de gaviota.
Se deja a elección de los clientes dos configuraciones para la cabina: seis pasajeros (2 + 2+2) y siete pasajeros (2+3+2). En la lista de equipamiento existe una pantalla táctil de 17 pulgadas en la que se despliega el sistema de información y entretenimiento, así como el sistema aire acondicionado.
Para su accionamiento el Tesla Model X se ofrecerá en dos versiones, ambos con tracción en las cuatro ruedas. En el caso de la variante 90D está provista de dos motores eléctricos -uno en cada eje- con 259 hp cada uno. Por su parte, el P90D tiene un generador de 259 hp para el eje delantero y uno de 503 hp para el trasero.
Esto permite que la primera versión logre las primeras 62 mph (100 km/h) en 4.8 segundos con un autonomía de 257 millas (414 kilómetros), y que la segunda variante, el Model P90D, obtenga la misión del 0 a 62 mph (100 km/h) en 3.2 segundos -con Ludicrous Speed Upgrade-, así como un rango de 250 millas (402 kilómetros).
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