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Magnus Walker, la historia del excéntrico coleccionista de Porsche

Es uno de los coleccionistas de Porsche más famosos del mundo

Magnus Walker, la historia del excéntrico coleccionista de Porsche

Debido a la gran cantidad de versiones que han surgido a lo largo de la historia del Porsche 911, los coleccionistas de este emblemático deportivo alemán pueden llegar a tener más vehículos que cualquier otro aficionado colector de una marca en especifico.

Ahora bien, dentro del mundo de los coleccionistas, sean del 911 o de otro vehículo, existen los que tienen a sus joyas de cuatro ruedas en un estado perfecto de conservación estacionados en cocheras que parecen auténticos museos. Por el otro lado, existen aquellos que los manejan como sus autos del diario sin el menor temor a que se desgasten. Al fin y al cabo para eso son los autos, para disfrutarlos manejándolos.

Por mucho, el mejor ejemplo de los coleccionistas del Porsche 911 que, además de pasearse en ellos, conoce toda la historia y las versiones habidas y por haber de este modelo nacido en la década de 1960, es el excéntrico Magnus Walker. Pero antes de hablar de las joyas que este tiene este personaje en su cochera, conozcamos un poco sobre la historia de este británico radicado en Los Angeles, California.

Un sueño hecho realidad

A diferencia de muchos coleccionistas que provienen de familias adineradas, Magnus Walker, nacido en 1967 en South Yorkshire, Reino Unido, inició su conglomerado de 9-11s de la nada, si se le puede llamar de algún modo. Toda su pasión por los autos comenzó cuando apenas tenía 10 años de edad, justo cuando los pilotos británicos de autos y motocicletas daban de que hablar en el deporte motor en la década de 1970.

Como él mismo lo menciona: "cuando eres niño existe algo que te atrae, así que de la nada y cuando lo menos lo piensas ya iniciaste una pasión por algo". En su caso, el entusiasmo por Porsche surgió en una visita al London Earls Court Motor Show, ahí obsequiaban posters en donde había que elegir entre tres autos: Lamborghini, Ferrari y Porsche. Sin pensarlo más de dos veces, el pequño Magnus escogió el que llevaba plasmado a lo largo y ancho un Porsche 911 Turbo, ya que durante el recorrido en la exposición quedó enamorado al que nombró "el auto de sus sueños", un 911 con los gráficos de Martini. Así comenzó la pasión de Walker.

Supe de inmediato que era el automóvil de mis sueños

Una pasión desenfrenada 

Además de soñar con este 9-11, Magnus Walker intentó sumarse como diseñador a las filas Porsche a finales de la década de 1970. Sí, cuando no pasaba de 10 años de edad. Aunque no hubo cupo para él, Magnus recuerda sentimentalmente que recibió un no por parte de la marca, al mismo tiempo que obtuvo por correo un folleto que aún conserva. Aunque para muchos esto hubiera sido un fracaso, Magnus no lo vio así, por lo que continuó con más esmero su pasión y sueño de adquirir, un 911, el auto de su vida.

Tras mudarse a Estados Unidos, específicamente a Detroit, a finales de la década de 1980 para trabajar en el verano Magnus Walker llegó para quedarse en América. Después de varios trabajos en tiendas de ropa, Magnus Walker pudo cumplir su sueño, al adquirir su primer 911 y el tercer auto en su historial -Toyota Corolla y Saab 88 SPG 900-. Fue en 1992, cuando Walker pagó $12,000 dólares para adquirir un nueve-once con 20 años de antigüedad. A estas alturas, este personaje no sólo tenía en mente adquirir Porsches, sino también restaurarlos y modificarlos, así que a su primer hijo, además de rejuvenecerlo, le realizó una serie de modificaciones, entre ellas un motor más grande, rines, entre otros.

La idea de volver a Inglaterra como un fracaso era insoportable

La moda y los autos

Pero además de descubrir su dote como mecánico, Magnus Walker tenía una gran visión en el negocio de la ropa. Como lo mencionamos, al momento de llegar a Estados Unidos estuvo enfocado en el negocio de la moda trabajando en tiendas de ropa, para después formar su propio establecimiento de prendas vintage creadas a partir piezas que conseguía en ventas de garajes y mercados de pulgas.

Al igual que con su primer 911, el secreto de Walker en la venta de su línea de ropa fue decorar con parches las camisas, jeans, camisetas y sombreros avejentados para luego revenderlos. Fue tal el éxito en las ventas de la línea de ropa, que Walker junto con su difunta esposa Karen -fallecida en 2015- formaron la empresa Serious Clothing y con ello una fábrica para poder dar abasto a la gran demanda. Tal fue la popularidad de estas prendas que hicieron su aparición en múltiples revistas, además de que fueron usadas por reconocidos cantantes, basta nombrar a Madonna y Alice Cooper.

Gracias al dinero obtenido por su compañía, Magnus junto con su esposa pudieron adquirir una bodega en el centro de Los Ángeles para convertirla en su hogar. Pero una vez más el éxito estuvo de su lado, ya que al saber de esta propiedad por medio de una revista, una productora cinematográfica la alquiló para filmar. De ahí inició otro negocio para la pareja: la renta de locaciones para películas.

Si a todos les gusta tu aspecto, estás en la senda equivocada

Una colección de ensueño

Tal vez al llegar al punto de esta lectura surgirá la pregunta ¿qué tiene que ver todo esto con la colección de Porsches de Magnus? Pues bien, la fortuna generada por el negocio de la moda y la adquisición de propiedades, la mayoría de ellas para la renta a estudios de cine, el británico pudo iniciar su compendio de 911s, al grado que sus vehículos suman cerca de $8 millones de dólares.

Debido a su gran pasión, este personaje reconocido por su larga barba, rastas hasta la cintura y ropa de estilo avejentado apareció en un documental sobre su obsesión por el 911. Denominado como Urban Outlaw, el cortometraje autobiográfico fue tomado por el sitio de Top Gear y rápido fue viralizado. Este video fue la catapulta para que Magnus Walker fuera reconocido en todo el mundo, al grado que hoy en día no sólo tiene una enorme cantidad de seguidores en las redes sociales y una línea de autos a escala de Hot Wheels, sino que también es como una especie de embajador de Porsche.

Solo haz negocios con personas que compartan tu pasión

A partir de aquel primer 911, con el paso de los años Magnus ha formado una envidiable colección conformada por cerca de 40 vehículos, la mayoría de ellos restaurados después de ser encontrados en el abandono. Una vez llevados a su estado original, la mayoría de sus autos están estacionados en las bodegas de alquiler, o bien en su hogar listos para ser conducidos como su auto del día. Fiel a la idea de Walker de que los automóviles deben ser conducidos, basta hacer algunos movimientos de lo vehículos estacionados en el garaje para conducir, ya sea en la ciudad o carretera, el 911 que prefiera ese día.

Los automóviles deben ser conducidos

Si bien, todos los autos que habitan en el cuartel general de Magnus Walker tienen huellas del uso cotidiano, eso no implica que sean piezas verdaderas piezas de colección. Dentro de la extensa lista de Porsches a su disposición existen algunos ejemplares que saltan a la vista a propios y extraños, como es el caso del:

911 Turbo RSR 1976

911 T 1971

911 1966

911 727STR 1972

911 S 1967

Tras este recuento sobre la vida de Magnus Walker más adelante conoceremos a los que él cataloga como los mejores cinco 911 de su afamada colección.