Test drive

BMW M5 2019 a prueba: Los súper autos también son sedanes

Además de ser brutal, termina para siempre con el dilema de tracción integral o trasera…

BMW M5 2019 a prueba: Los súper autos también son sedanes

El M5 no es otra cosa, que la versión más deportiva y extrema de la Serie 5, un super sedán que se erige como el mayor exponente de BMW Motorsport, por lo menos mientras no exista algo más radical ahora que está a punto de llegar al mercado el Serie 8.

Ya en su sexta generación, el BMW M5 (hubo uno antes preparado por BMW Motorsport pero no se llamó M5 como tal) cuenta en su haber con ejemplares que son toda una leyenda, particularmente el E39, es decir el de tercera generación, por mucho mi favorito, un increíble diseño que aun hoy luce actual, así como su V8 de 4.9 litros con 400 hp y por supuesto un manejo que sus rivales nunca pudieron equiparar lo llevaron al olimpo de la industria teutona.

No podemos dejar de mencionar el E60, sin duda el más exótico de todos gracias a su exclusivo y sofisticado V10 de 500 hp, un motor que fue desarrollado exprofeso para este modelo inspirado por supuesto en la presencia de la marca como proveedor de motores en F1, también en un ya olvidado tiempo en donde los monoplazas empleaban increíbles mecánicas V10. Un motor así es un lujo, que muy probablemente no vuelva a suceder jamás.

Sin embargo, este nuevo BMW M5 2019 llega al mercado reemplazando a un antecesor (F10) que si bien, desde el punto de vista del desempeño era superior al modelo anterior, perdió buena parte de las características que hacían del M5, un sedán mítico. La llegada de un V8 turbocargado que compartía muchos de sus componentes con otros BMW de mucho menor pedigrí provocó una reacción de escepticismo, misma que se convirtió en el rechazo de muchos al sentir que la adición de toda la electrónica había robado buena parte del alma del otrora carismático y deseado sedán. No hay que confundir, el M5 F10 iba más duro que nunca, pero se sentía un tanto robótico.

A sabiendas de lo anterior, BMW se dispuso a desarrollar el nuevo M5 (F90), que es el que hoy nos ocupa, no solo con la misión de recuperar ese impecable y gratificante manejo, sino también elevar nuevamente la vara en cuanto a desempeño se refiere.

Discreto y amenazante

Fiel a lo que nos tiene acostumbrados la marca, el M5 cuenta con detalles que lo hacen ver más deportivo, pero que son muy discretos y de buen gusto. Al ser además un First Edition, limitado a 400 unidades, la pintura en color mate Frozen Dark Red Metallic, con decoraciones en cromo negro en: parrilla, rines que por cierto son de 20”, branquias laterales, las clásicas salidas de scape dobles y el pequeño alerón trasero le confieren una apariencia temible. Por su parte, el toldo también luce un color negro, pero en este caso nada tiene que ver con la edición especial, sino con el hecho de que está fabricado en fibra de carbono, con la intención de reducir el peso del vehículo y bajar el centro de gravedad.

Un M5 de tracción integral

El motor es V8 de 4.4 litros asociado a una transmisión automática de 8 velocidades, ¿entonces seguro te estás preguntando qué cambió?, el M5 de la generación pasada tenía un motor con el mismo desplazamiento. Bueno empecemos por aclarar que el motor fue revisado por completo y la caja ahora es automática tradicional, con convertidor de par, sin embargo, la gran novedad es la adición por primera vez en un M5 de un sistema de tracción integral xDrive. ¡se acaba el mundo exclamarán los puristas! Pero como te explicaré más adelante, es este factor el que hace al nuevo M5 un deportivo tan especial.

La potencia se ubica en 600 hp y 553 libras de torque disponibles apenas a las 1,800 rpm, es decir tenemos 40 caballos y 51 libras más en comparación con el modelo anterior. Esto significa que es capaz de hacer el 0 a 62 mph (100 km/h) casi 1 segundo antes, lo cual es una mejora notable.

Los frenos carbono-cerámicos ahorran 23 kilos, además, gracias al toldo de fibra de carbono y el uso extensivo del aluminio, el nuevo M5 2019 detiene la báscula en los 1,945 kilos, que puede parecer bastante, pero sorprende debido a que tan solo la presencia del sistema de tracción integral añade 70 kilos. Aun así, rebaja unos cuantos kilos con respecto a su predecesor y es unos impresionantes 136 kilos más ligero que su competidor más frontal, el Mercedes-AMG E63 S que por cierto nos habían confirmado para hacer un frente a frente, sin embargo, dos días antes de la fecha dejaron de contestar nuestras llamadas y mensajes, vaya hasta el contrato habíamos firmado y a la mera hora, parece que ese E63 S o nuestros amigos de Mercedes-Benz México tuvieron miedo. Con lo cual, desde ya podemos declarar ganador por default al M5, simplemente su rival no se presentó al combate.

Los asientos más increíbles

Puertas adentro, el nuevo BMW M5 2019 es un espectáculo, ya habíamos comentado cuando probamos el Serie 5 de que si bien, presenta una propuesta visual ya conocida, la disposición de los elementos y calidad tanto de materiales como de ensamble, que son heredados del Serie 7 son de primerísimo nivel.

Al ser un First Edition, nos encontramos con unos increíbles asientos deportivos con todos los ajustes eléctricos imaginables forrados en un cuero de color beige que se ve y se siente como de Rolls Royce. Por su parte, los pespuntes en un contrastante color rojo, así como el emblema iluminado con la leyenda “M5” en la base cabecera rematan una apariencia que poco tiene que envidiar a los extraordinarios asientos de la gama RS de Audi.

El tablero está forrado en cuero y presume también las costuras rojas, mientras que en el volante, éstas llevan los colores tradicionales de BMW M, al igual que una discreta franja en los cinturones de seguridad.

Otro aspecto particular de la First Edition es la utilización masiva de superficies en acabado negro piano para tablero y consola central, que en mi opinión denosta un poco la percepción de la cabina, no solo por lo complicado que es mantenerlas en buen estado, sino también porque lo esperable hubiera sido que fueran insertos de fibra de carbono.

En cuanto a equipamiento, no falta nada, climatizador automático de cuatro zonas, acceso y encendido mediante llave inteligente, cluster de instrumentos digital, un gigantesco Head Up Display, así como un sistema de info – entretenimiento compatible con Apple Carply que cuenta con una pantalla táctil de 12.3” que cuenta con comandos por gestos, así como el ya tradicional iDrive.

Mención aparte merece el impresionante sistema de audio Diamond firmado por Bowers & Wilkins de 1,400 watts y 16 bocinas que reproduce de forma impecable.

Tracción trasera o integral, tu eliges

Una de las primeras interrogantes es acerca de la adopción de la caja automática en lugar de la DCT, al respecto BMW asegura que esta nueva transmisión es más rápida y de ahí la razón. Poco podemos argumentar al respecto, pero es un hecho que esta caja se siente rapidísima y se deja controlar a placer, incluso si eso significa sostener el cambio en la zona roja del tacómetro hasta que el conductor decida efectuarlo.

Evidentemente en cambios descendentes la caja se protege, pero cuando intencionalmente traté de rebajar buscando ese límite, el cambio entró bien arriba en el tacómetro.

Por default, el M5 funciona en modo 4 Wheel Drive, aunque en realidad está enviando la potencia al eje posterior, sin embargo, en esta modalidad a la menor necesidad envía potencia a las ruedas frontales. Al llevar los settings de; motor/caja, dirección y suspensión en modo Confort, recibes una marcha suave y confortable, como se esperaría de un sedán de lujo de gama alta. El M5 es silencioso, refinado y se percibe sólido y muy construido.

Pasar al modo 4 Wheel Drive Sport, requiere apagar el DSC, acción que se puede realizar instantáneamente al oprimir el botón M1 (claro mientras esté configurado así) que está en el volante y que por cierto ahora tiene un diseño increíble, parece un switch que liberaría el armamento pesado de una nave espacial.

También se puede efectuar de manera manual, dejando presionado el DSC un momento y luego seleccionando el modo 4WD Sport desde la configuración del vehículo, pero es mucho más divertido oprimir el botón M1 y atestiguar como el BMW M5 2019 se transforma de un sedán cómodo a un deportivo implacable. Obviamente vale la pena llevar a modo Sport la suspensión ajuste de motor/caja y dirección.

En modo 4WD Sport, el M5 gestiona la entrega de par de manera tal que te hace creer que es exclusivamente de tracción trasera, aunque envía torque adelante para mantenerse dentro de la trayectoria deseada. Es decir, cuando parece que se acabó el agarre y va empezar a descolocarse de atrás, es en ese momento en el que envía potencia adelante y entra ligeramente una electrónica más permisiva, que no te limita, sino colabora contigo para incrementar de manera exponencial el grip y así permitirte pasar por las curvas a velocidades que nunca hubieras imaginado en un sedán de este tamaño y peso.

En verdad parece que tiene capacidad de curveo infinita y que no hay manera de terminar fuera de la pista.

Adicionalmente, la transmisión cuenta con la función Drivelogic, que permite manipular la velocidad de los cambios, en el modo más extremo, éstos suceden rapidísimo y la patada es incluso violenta. Cuando presionas el acelerador a fondo, te da la sensación de que nada podría alcanzar al M5, es rapidísimo.

Sin embargo, una de las prestaciones más interesantes de este nuevo M5 es su capacidad de con solo oprimir un par de botones más o bien el M2 del volante, de transformarse en un sedán de tracción trasera y desacoplar por completo el eje delantero. Algo que no recomiendo a menos que tengas muy buenas manos o simplemente no carezcas de aprecio por tu vida, ya que en este modo, el M5 F90 se vuelve muy bronco e incluso, ante cualquier imprudencia, peligroso.

Eso sí, es importante decir que el BMW M5 2019 es más rápido hablando tanto de tiempos en pista como de arrancones en el modo 4 Wheel Drive Sport, que en el Modo de Rear Wheel Drive, por lo que por muy puristas que seamos y gritemos a los cuatro vientos cuanto preferimos tener la tracción en el eje posterior, en términos de efectividad, la tracción integral va a ganar. Claro que poder elegir entre una y otra según nuestro estado de ánimo, es la mejor funcionalidad que pudimos haber recibido.

Lo anterior resulta similar a la discusión entre una caja manual o una automática, es un hecho que desde el punto de vista de eficiencia, velocidad, consumos o incluso, comodidad, las cajas automáticas modernas son superiores, pero esa sensación de llevar el control absoluto cuando manejas una manual es incomparable y altamente gratificante. De la misma manera, el M5 va a ser más rápido en modo 4WD Sport, pero tener la posibilidad de ir RWD y divertirte como enano definitivamente se agradece.

Por su parte, el sistema de frenos es impresionante, éste M5 de prueba equipaba un sistema carbono – cerámico opcional que se distingue por las pinzas de freno en color dorado, cuya potencia es de otro mundo, tanto que parece que tienes que volver a aprender a frenar, ya que las referencias cambian por completo y puedes hacerlo muchísimo más tarde.

Por si no quieres desembolsar el costo extra, de serie, el M5 equipa un nuevo sistema de frenos denominado M Compound, que se caracteriza por llevar pinzas de freno en color azul, y que según la marca son más ligeros que los discos de hierro convencionales.

Retoma viejas costumbres

Una cosa es cierta, el nuevo BMW M5 2019 no solo es tremendamente superior a su predecesor en términos de números, sino que en lo más importante, que es el manejo, es cuánticamente mejor. Esa sensación artificial y cuasi robótica que entregaba el modelo anterior ha desaparecido y ahora es nuevamente un sport sedán que se comunica perfectamente con el conductor y le permite disfrutar del manejo tanto, como los buenos BMW M de antaño.