Novedades

Harvey Firestone, el hombre leyenda que transformó la industria del nuemático

En 1904, la compañía de Firestone comenzó a fabricar sus propios neumáticos y vio una notable mejora en la calidad del producto.

Harvey Firestone, el hombre leyenda que transformó la industria del nuemático

Indudablemente uno de las personajes que revolucionó la industria del automóvil, específicamente cuando hablamos de neumáticos, es Harvey Samuel Firestone, del que se cumplen 150 años de su nacimiento el 20 de diciembre de 2018.

Tras venir de una humilde granja en Ohio, Estados Unidos, este hombre nacido en 1868 se convirtió en un auténtico visionario que le permitió ser el líder una de los principales fabricante de neumáticos. Y es que Harvey S. Firestone tuvo siempre una visión global y un espíritu emprendedor, pero sin olvidar un fuerte compromiso local. Tan solo a la edad de 22 años, en 1900, fundó The Firestone Tire & Rubber Co y en 1928 inauguró la primera fábrica de Firestone fuera de Estados Unidos, concretamente en Brentford, Inglaterra.

Para lograr esto, Harvey S. Firestone tuvo la visión de prever que el futuro del transporte iría de la mano de los vehículos a motor de cuatro ruedas y, en 1906, acordó con su amigo Henry Ford ser el fabricante de los neumáticos del Model T. En 1920, la compañía facturaba $115 millones de dólares. Esta época de cambios, inspiró a Firestone para abrir estaciones multiservicio, que se extendieron rápidamente por todo Estados Unidos, vendiendo neumáticos, ofreciendo cambios de aceite y de baterías, así como reparaciones de frenos y otros trabajos de mantenimiento.

Una de los grandes esencias de  Firestone  era que su mente no paraba de pensar, ya que como él mismo decía, “las ideas son el mayor activo de cualquier hombre”. Bajo esta ideología, en 1923 introdujo una nueva tecnología de neumáticos de baja presión, los neumáticos “balón”, con los que ofrecía un producto más cómodo, con mejor agarre que los neumáticos de la época.

También fue pionero al crear el primer neumático antideslizante, colocando una banda de rodadura con textura de caucho en la superficie del neumático para crear tracción. Esto permitió un manejo más seguro a velocidades más altas, menos accidentes y una aceptación más amplia de los automóviles.

Además, en la década de 1930, Firestone revolucionó la amortiguación de los vehículos, reemplazando los muelles metálicos por caucho, lo que mejoró la comodidad de los pasajeros. Patentado en 1938, el amortiguador de aire Firestone Airide continua siendo la amortiguación neumática más utilizada del mundo.

Igualmente, en esa época, la compañía introdujo neumáticos de caucho en tractores y en maquinaria agrícola, los cuales (a diferencia de los de acero) no aplastaban los cultivos y podían utilizarse en cualquier condición climatológica. Una década después, los neumáticos de caucho ya eran utilizados de manera estándar por los agricultores.

Como podemos ver continuación, Harvey S. Firestone fue mucho más que un exitoso hombre de negocios. Era un hombre de familia (tuvo cinco hijos), filántropo y un inversor destacado en la sociedad estadounidense del Siglo XX. Esta filosofía lo convirtió en compañero de viaje de otras mentes privilegiadas de la época como Henry Ford y Thomas Edison, con quienes formó el Club de los Millonarios, un círculo en el que se reunían y acordaban la adquisición de bienes, sobre todo, inmuebles con un simple apretón de manos, fruto de la camaradería y confianza que se profesaban.

Otra de las grandes contribuciones de Firestone fue mejorar el estado de las autopistas de Estados Unidos. Su movimiento “Good Roads”, iniciado en 1920 para remediar el mal estado de las carreteras del país, inspiró décadas después la aprobación de la Ley de Autopistas de Ayuda de 1956, promulgada por el presidente Eisenhower.

Por si fuera poco, Firestone también estuvo muy vinculado al automovilismo. En 1909, creó un juego de neumáticos para un auto de carreras conducido por Barney Oldfield en la Indianapolis 300. Oldfield llegaría a afirmar: “Mi único seguro de vida son los neumáticos Firestone”. En 1911, Ray Harroun ganó la primera carrera de la famosa Inidanapolis 500 en un Marmon Wasp equipado con neumáticos de la marca. Desde ese momento, Firestone se vinculó a la mayoría de las victorias obtenidas en competencias. Además, desde 1965 y durante 10 años, Firestone estuvo también involucrado en la Fórmula 1.

Cuentanos que opinas