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Las ventas de autos nuevos en Estados Unidos no superará las 17 millones de unidades en 2019

Lo que si es que cada vez se venden más pickups y SUVs, y menos sedanes.

Las ventas de autos nuevos en Estados Unidos no superará las 17 millones de unidades en 2019

Si bien, el mercado automotor de Estados Unidos cerró 2018 a la alza -marcó el cuarto mejor año de ventas en la historia-, aun cuando se pronosticaba que eso no pasaría, una vez los predicciones indican que 2019 no será un año fructífero para la industria automotriz.

Esta vez, la National Automobile Dealers Association, un grupo comercial que representa a las concesionarios de autos nuevos franquiciados de Estados Unidos, prevé que las ventas de automóviles y camiones ligeros al finalizar 2019 será de 16.8 millones de unidades.

Haciendo una comparación con lo vendido en 2018, podemos ver que de cumplirse esta premonición se estarían vendiendo medio millón de vehículos menos. Ante este panorama, los distribuidores estarán ofreciendo reembolsos e incentivos en los concesionarios en todo el país.

Asimismo, los fabricantes de automóviles están desarrollando otra serie de estrategias a corto y mediano plazo, debido a la que las tendencias de los consumidores siguen cambiando. Por ejemplo, en 2018, los consumidores continuaron abandonando los segmentos de automóviles, esto quedó registrado con el 69 por ciento de las ventas destinadas a los camiones y camionetas ligeras, mientras que los automóviles representaron el 31 por ciento.

En 2017, la proporción fue del 65 por ciento para los camiones ligeros y del 35 por ciento para automóviles. Hace unos 10 años, la mezcla de ventas consistía en 48 por ciento de camiones ligeros y 52 por ciento de autos. Uno de los principales factores para este cambio ha sido el bajo precio del petróleo y la gasolina, y el hecho de que los vehículos utilitarios crossover sean casi tan eficientes en combustible como sus homólogos de sedanes.

También se espera que los precios de la gasolina se mantengan bajos en 2019, no tan bajos como los actuales, pero lo suficientemente bajos como para no causar un pánico y un cambio del consumidor en el mercado automotor.