Tesla acaba de anunciar mejoras en la eficiencia energética en sus Model S y Model X, gracias al perfeccionamiento del motor y a la mejora los flujos de energía en ambas direcciones, cuando la energía sale de la batería durante la aceleración y cuando regresa a ella a través del frenado regenerativo.
Ambos modelos se benefician de la última generación de la unidad de control de Tesla desarrollada para el Model 3, que combina un motor de magnetos síncronos, electrónica de potencia de carburo de silicio, así como lubricación y refrigeración mejorada.
Sin siquiera tocar la batería, Tesla indica que hay una mejora en la eficiencia energética del orden del 10%. Los modelos Long Range que utilizan la batería de 100 kWh ofrecerán un rango de 595 kilómetros en el caso del Model S, y de 523 kilómetros en el Model X, ambos en ciclo de homologación EPA.
La marca indica con esta mejora también se incrementó el dinamismo, aunque no entregó cifras oficiales de aceleración. Sí informa que el índice de eficiencia energética en las versiones de 100 kWh alcanza el 93%, impresionante si lo comparamos con un bloque de combustión normal, cuya eficiencia está en torno al 45-50%.
Tesla también aumenta la potencia de los sistemas de recarga, y por ende baja el tiempo de uso en un 50%, e incorpora un software que gestiona la suspensión neumática adaptativa.